Entorno socioeconómico y resiliencia académica en la educación superior colombiana

Frederick-Andrés Mendoza-Lozano*
Claudia-Milena Pico-Bonilla**
Nicolás Arias-Velandia***

      Recepción: 13/05/22.
     Aprobación: 22/11/23.
     Publicación: 1/06/24.

Resumen

La creación de condiciones para elevar el logro académico de los estudiantes en contextos de vulnerabilidad es un reto importante para países que, como Colombia, tienen disparidades que se profundizan en el sistema educativo. Este artículo estudia los determinantes contextuales que favorecen la resiliencia académica en la educación superior en Colombia. Para ello se estimaron los cambios en la probabilidad de resiliencia académica atribuidos a aspectos institucionales (programa académico, modalidad, naturaleza jurídica de la institución) y del hogar (nivel educativo del padre, área de residencia). Para evaluar la asociación entre las variables señaladas, se analizaron los datos correspondientes a los estudiantes de los grupos socioeconómicos más bajos que obtuvieron resultados en el percentil noventa en el puntaje global de la prueba Saber Pro. El trabajo concluye que aspectos institucionales como el campo de conocimiento del programa y la modalidad, y del hogar como la educación del padre y la conexión a internet elevan la probabilidad de resiliencia académica.

Palabras clave: calidad de la educación, resiliencia, ambiente familiar, ambiente social, Colombia.


Ambiente socioeconômico e resiliência acadêmica no ensino superior colombiano

Resumo

Criar condições para elevar o desempenho acadêmico de estudantes em contextos vulneráveis é um grande desafio para países que, como a Colômbia, têm disparidades que se aprofundam no sistema educacional. Este artigo estuda os determinantes contextuais que favorecem a resiliência acadêmica na educação superior na Colômbia. Para tanto, foram estimadas mudanças na probabilidade de resiliência acadêmica atribuída a aspectos institucionais (programa acadêmico, modalidade, natureza jurídica da instituição) e domiciliares (escolaridade do pai, área de residência). Para avaliar a associação entre as variáveis citadas, foram analisados dados correspondentes aos alunos dos grupos socioeconômicos mais baixos que obtiveram resultados no percentil nonagésimo no escore geral do teste Saber Pro. O estudo conclui que aspectos institucionais, como o campo de conhecimento do programa e da modalidade, e do lar, como a educação dos pais e a conexão com a internet, aumentam a probabilidade de resiliência acadêmica.

Palavras chave: qualidade da educação, resiliência, ambiente familiar, ambiente social, Colômbia.


Socioeconomic Environment and Academic Resilience in Higher Education in Colombia

Abstract

The setting up of conditions to raise the academic achievement of students in contexts of social vulnerability is an outstanding challenge for countries that, like Colombia, experience significant social disparities that are exacerbated in the educational system. This article studies the contextual determining factors that encourage academic resilience in higher education in Colombia. To this end, changes in the probability of academic resilience attributed to institutional features (academic program, modality, legal nature of the institution) and domestic aspects (educational level of the parents, area of residence) were taken into account. To evaluate the association between the above mentioned variables, the author analyzed in a comparative study the data corresponding to students from the lowest socioeconomic groups who obtained results in the ninetieth percentile in the overall score of the Saber Pro test. The conclusion is that institutional aspects such as the field of knowledge of the program and the modality and domestic aspects such as father's education and the availabilty of internet connection increase the probability of academic resilience.

Keywords: quality of education, resilience, family environment, social environment, Colombia.


Introducción

La educación juega un papel crucial en la corrección de desigualdades. La economía de la educación no solo ha encontrado una relación positiva con el crecimiento económico (Hanushek y Woessman, 2010), sino además reconoce que el entorno institucional está relacionado positivamente con la calidad educativa (Faruq y Taylor, 2011), si bien este entorno se asocia con las reglas de juego formales e informales que dan forma a la interacción humana, en el campo educativo se asocian con la creación de entornos institucionales favorables para el aprendizaje que contribuyan a mejorar las condiciones de los estudiantes a corto y largo plazo.
          En países desarrollados como Colombia, según señala Gómez (2015), la educación es una condición necesaria pero no suficiente en la creación de garantías de igualdad. Las manifestaciones de la desigualdad en la educación superior colombiana se atribuyen a una creciente estratificación de las universidades (Gallardo et al., 2011), la diversificación de las instituciones y su tipología (Gómez, 2015) o a las diferencias en materia de origen socioeconómico (Cuenca, 2016).
          Es en este último punto, el del origen socioeconómico, es en el que se ha identificado el mayor impacto en términos de logro académico. Sánchez y Otero (2012) encontraron que la educación secundaria y superior en Colombia no contribuyen a reducir brechas sino que, por el contrario, acentúan las diferencias existentes. Al mismo tiempo es frecuente que el logro de aprendizaje de estudiantes en diferentes niveles educativos se asocie con variables relacionadas como los ingresos del hogar, el nivel educativo de padres, familiares o personas que conviven con el estudiante, especialmente durante los ciclos de educación básica, o con la ocupación de estas personas. Lo más usual es que los estudiantes de hogares con mayor nivel socioeconómico presenten mayores logros de aprendizaje y que los de menor nivel socioeconómico presenten menores logros (Camacho et al., 2016; Coleman et al., 1966; Guarín et al., 2016; ICFES, 2018; Martínez-Barrera, 2014; Rincón-Baez et al., 2020).
          La situación es más crítica cuando nos referimos al acceso a la educación en zonas rurales, pues en este caso la disponibilidad de alternativas para los estudios superiores es menor (Herrera y Rivera, 2020) y es más limitada la conexión a internet (Mendoza-Lozano et al., 2021b).
          Frente a este panorama, se eleva el riesgo de tener resultados desfavorables en evaluaciones externas que intentan aproximarse a la medición del logro de aprendizaje. El reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE (2018) en relación con la aplicación de las pruebas del Programa internacional para la evaluación de estudiantes (PISA) mostró que los estudiantes de Colombia obtuvieron un rendimiento menor que la media de la OCDE en lectura (412 puntos), matemáticas (391) y ciencias (413). Estos resultados ponen en evidencia que el país tiene deudas importantes en materia de mejora en la calidad educativa y en el cierre de brechas.
          Dado que iniciativas de política pública como Ser Pilo Paga1 y Generación E,2 orientadas a favorecer el acceso a la educación superior de estudiantes de alto logro académico y bajo nivel socioeconómico, no han contribuido a la reducción de desigualdades (Celin, 2020), se hace necesario examinar alternativas en materia de intervención educativa para avanzar en el cierre de brechas de la educación superior. Una de esas alternativas es la observación del fenómeno de la resiliencia académica que, de acuerdo con Rudd et al. (2021), tiene el potencial de mejorar el logro académico de los estudiantes con alto riesgo de fracaso escolar y puede ofrecer indicios sobre posibles puntos de cierre de brechas entre estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos (Godoy et al., 2017; ICFES, 2017; Kanbur et al., 2014; Roemer et al., 2015).
          En un sentido amplio la American Psychological Asociation define la resiliencia como “el proceso de adaptarse bien frente a situaciones adversas, traumáticas, trágicas, amenazantes o ante fuentes significativas de estrés” (American Psychological Association, 2014). Dicho proceso de adaptación depende de una serie de determinantes psicológicos, biológicos, sociales y culturales que interactúan entre sí para generar una respuesta frente al estrés (Southwick et al., 2014).
          Al mismo tiempo la resiliencia se asocia con múltiples factores, contextos culturales y niveles de análisis. Masten (2001) afirma que la aproximación al estudio de la resiliencia desde la ingeniería, la ecología u otras disciplinas lleva a definirla como la capacidad de un sistema dinámico para adaptarse de forma exitosa a las alteraciones que amenazan su viabilidad, funcionamiento o desarrollo. Por su parte, Panter-Brick y Leckman (2013) describen la resiliencia como el aprovechamiento de recursos por parte de los individuos o grupos para mantener el bienestar.
          En el ámbito educativo se han ejecutado estudios de estudiantes resilientes fundamentados en la definición de la OCDE que, aunque limitada, permite una aproximación cuantitativa al problema. De acuerdo con esta definición se considera un estudiante resiliente como aquella persona que reúne dos condiciones: pertenece a los niveles socioeconómicos (NSE) 1 o 2 según el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES) y, además, obtiene un puntaje promedio (puntaje global) que está por encima del percentil 90 en la prueba Saber pro (Agasisti et al., 2018; Aktas et al., 2017).
          Rudd et al. (2021) reportan la existencia de al menos 127 estudios cuantitativos, realizados entre 2000 y 2020, en los que se analiza el fenómeno de la resiliencia a partir de tres aproximaciones: basada en definiciones, basada en procesos y basada en el constructo. En el primer grupo se inscriben las investigaciones que parten de una definición de resiliencia y a partir de ella realizan un ejercicio de caracterización, en este grupo de estudios los criterios de inclusión y exclusión de estudiantes resilientes están claramente definidos. En el segundo grupo, se cuentan los estudios basados en procesos en los que se estudian en conjunto factores protectores y de riesgo que se manifiestan en los niveles de logro. Por último, los estudios basados en el constructo se centran en la revisión de medidas psicométricas para agrupar las características que permiten inferir resiliencia.
          En este último grupo se cuentan estudios como el ejecutado por Trigueros et al. (2020), quienes analizan las propiedades psicométricas de la escala de resiliencia académica desarrollada por Cassidy (2016); para el caso español, Ramdani et al. (2021) desarrollaron un análisis de Rasch para Indonesia en torno a seis constructos relativos a habilidades sociales, auto-eficacia, empatía, resolución de problemas, consciencia de sí mismo y obtención de metas.
          Los estudios sobre resiliencia académica también se pueden clasificar entre aquellos que se centran en la identificación de características individuales y los que examinan el contexto del estudiante. Los estudios de características individuales relacionan a los estudiantes resilientes con atributos como aprendizaje autorregulado, disciplina, soporte afectivo y emocional para conseguir las metas, uso de procesos metacognitivos de planeación, monitoreo en la acción y evaluación de lo logrado (Clavel et al., 2018).
          Por su parte Spellman et al. (2016) demuestran que los estudiantes resilientes también mantienen motivación para persistir en metas de aprendizaje a largo término, tienen gusto por el aprendizaje, sentido de confianza en la mejora de su aprendizaje y de superación de dificultades, organización y estrategias con avance efectivo en su propio aprendizaje, disciplina en la lectura y en actividades académicas relacionadas, sentido competitivo, alto logro de aprendizaje previo, buenas relaciones y estima hacia los docentes y personas de las instituciones educativas en su educación básica, participación en actividades extracurriculares deportivas, culturales o de responsabilidad en los centros educativos en educación básica. A estos factores se suman características como la valoración al trabajo intelectual en el hogar durante la adolescencia, y el soporte de la familia y el hogar a la actividad de estudio (Llorent-Bedmar et al., 2013; Salvo-Garrido et al., 2021; Vantieghem et al., 2014).
          La ampliación del análisis del fenómeno de resiliencia académica hacia factores contextuales puede ser detallado en estudios como el de Chirkina et al. (2020), quienes desagregan su análisis de factores individuales e institucionales para el caso ruso y los vinculan con los resultados de rendimiento académico para las pruebas PISA y el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS, por sus siglas en inglés). Los autores encuentran evidencia de un efecto positivo de factores relacionados con el colegio para el caso de las pruebas TIMSS y de factores individuales en el caso de las pruebas PISA. Agasisti y Longobardi (2014) estimaron un modelo probabilístico en el que indagan sobre el efecto de características individuales e institucionales en la resiliencia académica de estudiantes provenientes de países pertenecientes a la OCDE y encontraron que además de las características individuales del estudiante, el carácter privado de la institución, el gasto en educación, el pago a docentes, entre otros, elevan la probabilidad de resiliencia académica de los estudiantes.
          En el caso de investigaciones en países en desarrollo se destaca el estudio realizado por Das (2019) quien se centra en aspectos que pueden promover un entorno positivo para elevar la resiliencia y encuentra evidencia sobre el efecto positivo de atributos del hogar y del colegio sobre la mejora en el rendimiento académico de estudiantes con bajo nivel socioeconómico.
          En educación superior se ha encontrado que el logro de aprendizaje de los estudiantes mejora como producto de factores del entorno del individuo dentro de los que se cuentan: tener padre con educación de nivel universitario, no ser cabeza de familia, contar con beca como ayuda financiera para costear los estudios y estudiar en instituciones de educación superior (IES) oficiales, con menor nivel de selectividad, con menores tasas de deserción y con un mayor porcentaje de docentes de tiempo completo (Guarín et al., 2016).
          También Rincón-Baez et al. (2020) encontraron un mayor porcentaje de estudiantes resilientes en programas de educación vocacional o de nivel técnico y tecnólogo en programas del grupo de Matemáticas y Ciencias Naturales, a pesar de que este el grupo tiene menor número de estudiantes en Colombia.
          Los trabajos referenciados anteriormente ponen en evidencia que las explicaciones sobre resiliencia académica abarcan factores individuales como el aprendizaje autorregulado y factores contextuales que se vinculan con las características del hogar y el entorno institucional. La mayor proporción evalúan características individuales en el ámbito de la educación básica y media.
          Ante este panorama, este trabajo se concentra en determinar el efecto de características institucionales y del hogar que favorecen la resiliencia estudiantil en la educación superior. De manera concreta, en la dimensión institucional, se centra en la modalidad, naturaleza y núcleo de conocimiento. La consideración del campo de conocimiento y del programa académico como determinante de la resiliencia se sustenta en la existencia de investigaciones disciplinares en las que se encuentran divergencias en el grado de resiliencia para el caso de escuelas de enfermería (Turgut et al., 2022) y de farmacología (Abubakar et al., 2021), y de trabajos como el de Mendoza-Lozano et al., (2021a) que demostraron la existencia de desigualdades en la calidad educativa vinculadas con el programa académico.
          Las preguntas centrales que orientan este estudio son: ¿qué variables contextuales afectan la probabilidad de ser resilientes en la educación superior en Colombia? y ¿en qué medida los aspectos institucionales y del hogar afectan la probabilidad de resiliencia?

Método

En este trabajo se establecen relaciones entre la condición de estudiantes resilientes y factores o aspectos que se asocian con dicha condición (Hernández Sampieri et al., 2010). Utiliza para ello una orientación analítica con datos que caracterizan las condiciones de los estudiantes y estrategias de educación basada en la evidencia (Hederich-Martínez et al., 2014).
          El concepto de resiliencia es complejo porque involucra diferentes aspectos o dimensiones del entorno y las relaciones de las personas en condiciones desfavorables, en principio la medición resulta retadora en tanto la totalidad de aspectos no se recoge completamente en el nivel socioeconómico. Es decir, las relaciones familiares, la salud física y mental o la adaptación a valores culturales pueden afectar negativamente el proceso de aprendizaje. En ese sentido, la recolección de datos por parte del ICFES es aún insuficiente para modelar la resiliencia.
          Sin embargo, la literatura previa muestra que el nivel socioeconómico es determinante en los logros de aprendizaje y desempeño en las pruebas estandarizadas y puede ser una buena aproximación a los niveles de vulnerabilidad (Arias-Velandia et al., 2021; Villalta, 2010).

Datos

Los datos utilizados en este trabajo fueron obtenidos de los reportes públicos a nivel de microdatos del ICFES. Se utilizó el reporte correspondiente a la última prueba saber el 2019-2 para programas de pregrado en Colombia. El reporte suministrado por el ICFES se compone de 240 619 observaciones, las cuales son asumidas como datos poblacionales. De allí se tomó como objeto de análisis a los estudiantes de NSE 1 y 2 quienes en su conjunto conforman una población de 112 249 personas.
          En toda la población, el percentil 90 de la variable promedio en las competencias genéricas corresponde a un puntaje de 178 (el puntaje máximo es de 300).  Del total de estudiantes en NSE 1 y 2 solo 5 288, correspondientes a 4.56%, superan el percentil 90 y se identifican como resilientes en este estudio; en contraste el 12.7% que obtiene un puntaje por debajo del percentil 10 correspondiente a un puntaje de 118.
          Dado que en la variable dependiente de resiliencia prevalece la categoría no resiliente, los datos se balancearon por medio de una reducción aleatoria de observaciones en esta categoría de manera que se constituye una muestra con los 4 926 estudiantes resilientes y 5 148 estudiantes no resilientes.
          Las variables independientes de estudio son cualitativas. Estas se seleccionaron y rotularon de acuerdo con los referentes de la literatura previa para validar e identificar su influencia en la probabilidad de que un estudiante colombiano sea resiliente.


Regresión logística

Para la investigación se usó un modelo de regresión logística que explora una relación probabilística entre el evento de ser estudiante resiliente (variable dependiente), dado que pertenece a los niveles socioeconómicos 1 y 2 y el conjunto de variables independientes presentadas en la tabla 1. La relación entre una variable independiente y la variable dependiente se expresa mediante una ecuación de regresión logística de la forma:

          Tomando el exponente a ambos lados de la ecuación se despeja Pi:

          En cada variable categórica, los estimadores y1,...,yj-1 se calculan por el método de máxima verosimilitud. Los cálculos se realizaron con el software R usando la función de modelos lineales generalizados (glm). La interpretación de la ecuación de regresión como una relación entre las variables independientes y la probabilidad de ser resiliente se logra mediante el cociente de oportunidades.
          En primer lugar, las oportunidades a favor de que ocurra el evento “ser resiliente” se definen como la probabilidad de que ocurra sobre la probabilidad de que no ocurra:

          Y la razón de oportunidades expresa el efecto que tiene sobre estas oportunidades el aumento en una unidad de una sola de las variables independiente, en el caso de variables cualitativas ordinales. Es decir, el cociente de oportunidades describe la probabilidad de que un estudiante sea resiliente cuando una de las variables independientes es incrementada en una unidad, divida entre la probabilidad de ser resiliente cuando no ha habido cambio en las variables independientes.

          En las variables cualitativas nominales los resultados de los cocientes de oportunidades deben interpretarse como una magnitud, número de veces que aumenta probabilidad cuando se tiene un cierto atributo, con respecto a un valor de referencia.
          En este trabajo los valores de referencia son las categorías en las cuales se ubica la menor cantidad de estudiantes resilientes en caso de las variables nominales. En el caso de las ordinales nivel de educación del padre y conexión a internet, las referencias son la categoría de menor rango, es decir: ninguna formación y sin conexión a internet respectivamente. Con esto se encuentran coeficientes positivos en la regresión para todas las categorías menos una, la de referencia.
          La bondad de ajuste del modelo se mide por medio de dos pruebas: la de desviación, que compara las probabilidades modeladas con las covariables incluidas con respecto al modelo nulo (sin covariables); y el criterio de Akaike (AIC), que adiciona una penalización por la complejidad del modelo medida en el número de covariables.
          El modelo de desviación considera la diferencia en la verosimilitud entre el modelo con las covariables propuestas y el modelo nulo con la expresión:

          Adicionalmente, el criterio AIC se representa por medio de la expresión:  donde P es el número de parámetros del modelo, que se incrementa al incluir covariables y LL es el logaritmo de la verosimilitud del modelo. En este trabajo también se compara AIC del modelo alternativo y nulo.


Resultados

Estadística descriptiva

Del total de estudiantes que presentaron la prueba, 5 714 pueden ser catalogados como resilientes, lo que corresponde a un 2.3% del total de los datos poblacionales usados en esta investigación y el 4.56% entre los estudiantes de NSE 1 y 2.
          La figura 1 presenta las diferencias en los resultados en el puntaje global por nivel socioeconómico en los datos de toda la población:

          Por su parte, los datos presentados en la tabla 2 corresponden a las IES con mayor proporción de estudiantes resilientes. En ella aparecen las principales universidades públicas del país. Es interesante que prevalecen instituciones no oficiales (privadas).

          Una vez filtrada la base de datos para obtener solo estudiantes de los NSE 1 y 2, se construyó una tabla de frecuencias relativas de cada una de las variables independientes del modelo, la cual es presentada en la tabla 3. Allí se incluyen dos columnas para comparar: 10% superior corresponde a los estudiantes resilientes y la segunda corresponde a los estudiantes del mismo nivel socioeconómico (1 o 2) que además se ubican en el percentil 10 o inferior en el puntaje global de la prueba Saber pro. El primer contraste entre estos dos grupos es que el segundo, de menor desempeño, se compone de 13 922 personas: casi triplica al primero en número de estudiantes.
          La mayoría de los estudiantes resilientes residen en zonas urbanas y pertenecen a la modalidad presencial. Prevalece el nivel socioeconómico 2, lo cual es coherente de acuerdo con la descriptiva de la figura 1.
          Frente a la variable niveles de formación del padre, prevalece la categoría de educación secundaria completa. En contraste, estudiantes en percentil 10 o inferior presentan diferencias significativas reflejadas en una mayor proporción de padres con primaria incompleta y a su vez una disminución en la frecuencia de bachillerato completo. También se presenta una diferencia en la proporción de padres sin ninguna formación.
          Es poco frecuente (frecuencia relativa menor a 1%) el nivel de formación posgradual. Es interesante el hallazgo de 42.55% de estudiantes resilientes en instituciones privadas (no oficiales), que en principio son de difícil acceso para los niveles socioeconómicos 1 y 2, por los altos costos de las matrículas.
          Los programas que prevalecen en el grupo de estudiantes resilientes se relacionan con campo de ingeniería, industria y construcción y, en contraste, los estudiantes en el percentil 10 o inferior pertenecen en mayoría relativa al campo Administración de empresas y Derecho.

          La tabla 4 presenta las frecuencias absolutas y relativas de estudiantes resilientes por modalidad, llama la atención la baja proporción de estudiantes en las modalidades a distancia y virtual; este asunto es de gran importancia dado que esas modalidades son una estrategia de política pública orientada a mejorar la cobertura con calidad. Visto desde el criterio de éxito en la prueba Saber pro, que es por ahora el alcance de este trabajo, la gestión de calidad en educación virtual y a distancia tiene un gran reto hacía futuro.


Modelo Logit

En la tabla 5 se da cuenta de los resultados de la estimación del modelo logit para las variables de hogar e institución seleccionadas. Allí se excluyen las categorías referidas a los campos de conocimiento de Administración de Empresas y Derecho, y Agropecuario, Silvicultura, Pesca y Veterinaria dado que no resultaron significativas.

          Los resultados permiten observar que la mayor probabilidad de resiliencia está en el campo amplio de Ciencias Naturales, Matemáticas y Estadística, cuando se toma como referencia el campo de servicios que presenta la menor proporción de estudiantes resilientes. Por su parte, un mayor nivel educativo del padre eleva la probabilidad de tener estudiantes resilientes. Se observa además que la probabilidad de tener estudiantes resilientes es mayor cuando éstos tienen internet en casa. A diferencia de los estudios previos, no se observan diferenciales tan altos en la naturaleza de la institución educativa pues es probable encontrar estudiantes resilientes en universidades públicas y privadas.
          La prueba de bondad de ajuste de desviación arroja un p valor de 2.2e-16 lo cual permite concluir que es más alta la verosimilitud del modelo alternativo en comparación con el nulo. Además, el criterio AIC del modelo nulo es: 9 144.71, en tanto que el del alternativo 7 936; en este caso este segundo modelo es mejor que el nulo.

Discusión

Este estudio examinó los aspectos contextuales que determinan la resiliencia académica en educación superior en Colombia. Los resultados del estudio confirman que las características institucionales y del hogar inciden sobre la probabilidad de resiliencia académica. Programas académicos del campo de Ciencias Naturales, Matemáticas y Estadística tienen mayor probabilidad de estudiantes resilientes cuando se les compara con el de Servicios.
          Los hallazgos en áreas STEM, por sus siglas en inglés, contrastan con los resultados de Jajuri et al. (2019) quienes encontraron menor resiliencia en este grupo asociadas con debilidades en sus relaciones sociales y cambios emocionales relacionados con su autoestima, irritabilidad y baja motivación.
          De esta forma, los campos del conocimiento en los que se identificó una menor probabilidad de estudiantes resilientes pueden implementar estrategias de trabajo colaborativo, actividades que fortalezcan la relación entre estudiantes y programas de seguimiento del bienestar emocional de la población estudiantil, para crear condiciones favorables que eleven el rendimiento académico de estudiantes provenientes de entornos desfavorables.
          Un aspecto que merece especial atención por su impacto en la resiliencia académica es la modalidad del programa pues la diferencia entre programas presenciales y a distancia o virtuales fue significativa. Estos resultados llaman la atención sobre la necesidad de reforzar prácticas de aprendizaje autorregulado en la educación virtual y a distancia, ya que estudios previos muestran que los cambios en la instrucción explícita tienen un efecto positivo sobre el aprendizaje autorregulado y la resiliencia académica (Ahuna et al., 2011; Valencia-Vallejo et al., 2019).
          El reto de mejora de las condiciones institucionales también es particularmente importante en las zonas rurales que tienen una menor probabilidad de estudiantes resilientes. Estos hallazgos coinciden con los de Herrera y Rivera (2020) quienes demuestran que los estudiantes rurales tienen habilidades y destrezas deficientes para solucionar problemas y aplicar conocimientos, y que se precisa un cambio en la forma de transmitir conocimientos para esta población y una reestructuración de los planes de estudio para que respondan al contexto específico de los estudiantes.
          El trabajo demostró la existencia de factores que están fuera del control del estudiante que inciden en su logro de aprendizaje. Se confirman resultados previos de la literatura que señalan efectos positivos de tener padre con educación de nivel universitario. Este trabajo no evaluó la injerencia de otros factores relevantes como no ser cabeza de familia, contar con beca como ayuda financiera para costear los estudios y estudiar en una IES con menor nivel de selectividad, con menores tasas de deserción y con un mayor porcentaje de docentes de tiempo completo (Guarín et al., 2016), en estudios posteriores se puede estudiar la interrelación de estos factores.
          Los resultados ofrecen indicios sobre diseños de política pública relativos al impacto en la educación superior de la brecha digital. La evidencia muestra que se requiere proponer acciones que permitan mejorar las condiciones de los estudiantes en zonas rurales, de quienes estudian en modalidades a distancia o virtual, y garantizar mecanismos que faciliten el acceso a conexiones de internet en el territorio nacional (Mendoza-Lozano et al., 2021b).
          Aunque este estudio aportó evidencia sobre las condiciones del entorno que permiten elevar la probabilidad de estudiantes resilientes, no hace aportes sobre las condiciones individuales, de ahí que se recomiende que estudios posteriores examinen, a través de análisis factorial, las condiciones individuales y curriculares que permiten que en programas de ciencias humanas y sociales sea más probable encontrar estudiantes resilientes.
          A pesar de que se identificaron universidades y programas con mayor proporción de estudiantes resilientes, la base de datos del ICFES que se analizó no ofrece información detallada sobre aspectos relativos a la labor en el aula y estrategias de enseñanza-aprendizaje. De ahí que sea necesario a futuro ejecutar investigaciones basadas en trabajo de campo que evalúen el efecto de la instrucción explícita y del aprendizaje autorregulado.
          En este estudio se abordó la resiliencia académica desde la propuesta de la OCDE (2018) que postula que un estudiante es resiliente cuando proviene de un nivel socioeconómico bajo y alcanza resultados notables en su desempeño académico (ubicados en el 10% de mejor desempeño en las pruebas Saber pro). Si bien el concepto puede resultar limitado si se le compara con la complejidad del constructo, el abordaje parsimonioso que se propone permite observar aspectos que contribuyen a definir factores que sirvan de insumo para abordajes sistémicos de la resiliencia como los propuestos por Masten (2001) y a la ampliación del corpus de conocimiento sobre la resiliencia académica.
          Los resultados de este trabajo confirman hallazgos previos de la investigación en economía de la educación como los de Hanushek (2003) quien advierte que la calidad educativa y el desarrollo de capacidades cognitivas se logra en mayor medida con el fortalecimiento de las escuelas. Factores institucionales como los programas académicos, la modalidad de formación o la localización de las instituciones de educación superior generan mayores posibilidades de estudiantes resilientes y pueden convertirse en la base de intervenciones para que la educación se convierta en fuente de movilidad social, reducción de brechas, aumento de ingresos y crecimiento económico.

*Frederick-Andrés Mendoza-Lozano
Colombiano. PhD en Pensamiento complejo, Multiversidad mundo real, México. Profesor Asistente, Departamento de Ciencias Básicas, Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano, Colombia. Temas de investigación: estadística, ciencia de datos, análisis cuantitativo aplicado a ciencias sociales. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5087-4476. famendoza@poligran.edu.co
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**Claudia-Milena Pico-Bonilla
Colombiana. PhD en Psicología, Universidad Nacional de Colombia. Profesora titular, Departamento de Ciencias empresariales, Universidad de la Costa, Colombia. Temas de investigación: teoría económica, economía del comportamiento, economía de la educación. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8839-5462. cpico@cuc.edu.co
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***Nicolás Arias-Velandia
Colombiano. Magister en Educación, Universidad Pedagógica Nacional, Colombia. Graduate Assistant (asistente de posgrado), Center of Excellence in STEM Education y estudiante de Doctorado, Early Childhood Education, East Tennessee State University, Estados Unidos. Temas de investigación: metacognición y discurso en el desarrollo infantil, elección de cursos de carrera, educación superior. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3798-984X. ariasvelandi@etsu.edu
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1. Ser Pilo Paga fue un programa de créditos condonables otorgados por el gobierno colombiano dirigido a estudiantes de alto logro académico y bajo nivel socioeconómico. En el marco del programa los estudiantes elegían programas académicos en instituciones públicas y privadas de alta calidad, las matrículas eran asumidas por el Estado, al finalizar sus estudios los estudiantes podían obtener la condonación total del crédito contratado. Regresar

2. Generación E fue un programa gubernamental de créditos condonables con un espíritu similar al de Ser Pilo Paga, sin embargo, en este caso se exigió confinanciación a las universidades privadas y se privilegió el acceso de los estudiantes a las universidades públicas para fortalecerlas en términos financieras y avanzar en la transición hacia la gratuidad en los niveles socioeconómicos más bajos. Regresar


Referencias

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Cómo citar este artículo

Mendoza-Lozano, Frederick-Andrés, Claudia-Milena Pico-Bonilla y Nicolás Arias-Velandia (2024), “Entorno socioeconómico y resiliencia académica en la educación superior colombiana”, Revista Iberoamericana de Educación Superior (RIES), vol. XV, núm. 43, DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.20072872e.2024.43.1781 [consulta: fecha de última consulta].

Title: Entorno socioeconómico y resiliencia académica en la educación superior colombiana
Author:
Subjects: calidad de la educación ; resiliencia ; ambiente familiar ; ambiente social ; Colombia
Is Part Of:
Revista Iberoamericana de Educación Superior (RIES), , Vol. 15(43),
p.123-140 [Peer Reviewed Journal]
Description: La creación de condiciones para elevar el logro académico de los estudiantes en contextos de vulnerabilidad es un reto importante para países que, como Colombia, tienen disparidades que se profundizan en el sistema educativo. Este artículo estudia los determinantes contextuales que favorecen la resiliencia académica en la educación superior en Colombia. Para ello se estimaron los cambios en la probabilidad de resiliencia académica atribuidos a aspectos institucionales (programa académico, modalidad, naturaleza jurídica de la institución) y del hogar (nivel educativo del padre, área de residencia). Para evaluar la asociación entre las variables señaladas, se analizaron los datos correspondientes a los estudiantes de los grupos socioeconómicos más bajos que obtuvieron resultados en el percentil noventa en el puntaje global de la prueba Saber Pro. El trabajo concluye que aspectos institucionales como el campo de conocimiento del programa y la modalidad, y del hogar como la educación del padre y la conexión a internet elevan la probabilidad de resiliencia académica.
Publisher: Universia, IISUE-UNAM
Source: Universia, IISUE-UNAM
ISSN: 0163-9374 ;
E-ISSN: 1544-4554 ;
DOI: 10.22201/iisue.20072872e.2024.43.1781